martes, diciembre 05, 2006

POR LA CONFEDERACIÓN DE JUBILADOS Y PENSIONADOS

POR LA CONFEDERACIÓN DE JUBILADOS Y PENSIONADOS
DE LA REPÚBLICA MEXICANA


Entre el conjunto de conclusiones y acuerdos logrados en la Primera Convención Nacional de Jubilados y Pensionados, destacó el acuerdo unánime de reunirnos, tras breve lapso, en una Segunda Convención Nacional con la finalidad principal de constituir una organización nacional de jubilados y pensionados.

Los acontecimientos políticos ocurridos antes, durante y después del periodo electoral, no dejan lugar a dudas, necesitamos apresurar el paso, analizar y discutir para llegar al imprescindible acuerdo de constituir, en esta Segunda Convención, la Confederación de Jubilados y Pensionados de la República Mexicana. Ese objetivo debe ser considerado como nuestra tarea principal, pues necesitamos enfrentar de manera unida y organizada la incertidumbre del próximo sexenio, que se iniciará con una severa crisis política e institucional cuyas características se pueden ver ya desde ahora.
A menos de tres meses de que termine el actual sexenio, la República se encuentra hecha jirones. Los tres poderes de la República han sido arrastrados, por el titular del Ejecutivo inepto e irresponsable, a un inadmisible desprestigio y consecuentemente al rechazo del pueblo.
En la mayoría de los sectores de la población, no se tiene confianza ni en el titular del Poder Ejecutivo, ni en un Poder Legislativo copado ya por las fracciones confabuladas y amenazantes del PAN y del PRI, tampoco en un Poder Judicial que ha abdicado de su independencia y se ha sometido al Ejecutivo tomando decisiones que la historia y el pueblo mexicano ya están juzgando. Otras instituciones de la República carecen también de la mínima credibilidad necesaria para su vigencia y correcto funcionamiento.
Las fracciones de derecha del Legislativo, desde antes del inicio del periodo de sesiones, se han reunido con promotores del gobierno saliente para planear la forma en que asestarán, de última hora, golpes destructivos a los intereses del pueblo y de los trabajadores. Se pretende aprobar en la actual Legislatura, las reformas que liquidarían y pondrían en manos de transnacionales, si el pueblo lo permite, los últimos recursos importantes con que cuenta el país, como lo es su industria energética. Se intenta atacar también los derechos de los trabajadores, la seguridad social y el régimen de pensiones y jubilaciones, entre otros objetivos igualmente deleznables y traicioneros.
Los trabajadores que hemos terminado nuestra vida laboral activa, en la que fuimos actores principales en la construcción del México actual, mucho mejor anteriormente pero que los gobiernos neoliberales y entreguistas se han encargado de arruinar, no estamos de acuerdo en que se empobrezca o se ponga en riesgo la casi siempre insatisfactoria pensión o jubilación que recibimos, solamente porque el gobierno tiene compromisos inconfesables con entidades extranjeras. Acaba de ser anunciado que la deuda pública con los bancos, que operan en México pero son de dueños extranjeros, asciende a más de 1 billón 250 mil millones de pesos que tendrá que pagar el pueblo mexicano durante más de 70 años. Esa cantidad se deriva de fraudes y se tendrá que pagar a banqueros extranjeros. ¿Por qué el gobierno, dando la espalda al pueblo, entrega ese tributo a intereses extranjeros a cambio de nada, mientras el país se hunde? ¿Por qué tenemos que pagar nosotros a costa, cuando la tenemos, de nuestra precaria y raquítica estabilidad económica?
Somos millones de pensionados y jubilados contra cuyos intereses bien habidos se está conspirando. El aislamiento y la dispersión son enemigos que tenemos que derrotar. La constitución de la Confederación de Jubilados y Pensionados de la República Mexicana en esta Segunda Convención unirá nuestras fuerzas y nuestra experiencia. Las tareas organizativas que se deriven de ella las cumpliremos puntualmente. Entonces los enemigos del pueblo y de los trabajadores mexicanos verán que no somos pocos, no somos débiles y estamos decididos a continuar nuestra lucha.

¡EN LA PRESERVACIÓN DE NUESTRAS CONQUISTAS, NI UN PASO ATRÁS!

¡EL TIEMPO ES NUESTRO!



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