viernes, enero 23, 2009

Crisis, Obama y Oriente Medio

Meps

Los sucesos en este mundo globalizado se presentan a una velocidad de vorágine, de tal modo que apenas se logra tener suficiente (?) información de algo cuando ya hay otro suceso tan o más importante o urgente que conocer y tratar de desentrañar; de esta forma siempre vamos a la cola, intentando seguir el ritmo de los acontecimientos que se traslapan y se modifican influyéndose entre sí. Estábamos con la crisis económica dándonos de golpes en la Bolsa y en la bolsa, cuando emerge la crudeza de la despiadada agresión israelí a Gaza como un moderno holocausto -por lo actual pero también por las tecnologías de guerra utilizadas, algunas incluso totalmente desautorizadas por el daño a la población civil, como las bombas de fósforo- y antes de que nos demos cuenta ya es tiempo de la toma de posesión de la presidencia de E.U. de quien fue (es) la esperanza encarnada para millones de habitantes del planeta, Barak Obama.

Tres supereventos, si es posible catalogarlos así, que han concentrado la atención, el estudio, la opinión tanto de legos como de los simples mortales del mundo entero. Tres eventos entrelazados e interinfluenciados. Porque nadie duda que la imbecilidad de Bush con su política económica y guerrerista le fue preparando el camino a la presidencia a un candidato democráta; luego la situación económica interna de la población norteamericana que estaba ya en crisis tuvo como cauce lógico la búsqueda de propuestas que sonaran frescas y francas. Como colofón de su horrible gobierno, Bush apoya a Israel en ese monstruosa carnicería que fueron las aproximadamente 3 semanas de los ataques a la franja de Gaza, que, de manera altamente sorprendente se detienen casi en la víspera de toma de posesión de Obama; un alto al fuego en que nadie con memoria cree dado el historial de Israel, y que pareciera que no le quiere quitar los reflectores a Barak o bien que éste tuvo que ver con el cese de las hostilidades creándole así un plus a su ya acrecentada imagen.

A los pocos días de que Obama resultó electo Noam Chomsky señalaba que habría muchos desilusionados de esa presidencia. Analistas de temas políticos agregaban que los más decepcionados serían precisamente quienes estuvieron más cerca y más tiempo siguiéndole y apoyándole, ya que Barak se iría corriendo hacia el centro para no desatar los temores republicanos.

El nuevo presidente ha declarado que en un año se cerrará la prisión de la base naval de Guantánamo, lo que efectivamente ha desencadenado la reacción de los del partido opositor, empezando por McCain, quien señala que es un error dado que no se tiene un programa sobre dónde quedarán los prisioneros, que además, asume –¿cómo no?- que son terroristas. Y eso que Obama habla sólo de cerrar la cárcel donde se ha acreditado suficientemente el uso y abuso de métodos de tortura a los prisioneros. Pero ¿qué pasa con Guantánamo mismo? Cuándo se saldrá E.U. de un territorio que no le pertenece? La base naval es un enclave norteamericano en la isla, con cientos de marines y arsenal que varía en intensidad según el momento político de que se trate. Algo que E.U. no permitiría en su territorio pero que puede imponer a países débiles como Cuba. Por cierto, sobre el embargo impuesto a la isla desde hace 40 años, ése no se levanta, ya lo dijo el presidente.

Además de otras cosas, Obama declaró también que están listos (los estadounidenses) para seguir siendo líderes. Preguntamos los habitantes del resto del planeta que no es E.U. ¿Pero a cuenta de qué van a ser nuestros líderes? ¿quién se los ha pedido? Esa idea de la supremacía norteamericana es muy peligrosa, nos recuerda al pensamiento alemán de amarga memoria.

Y sobre el conflicto palestino-israelí, la postura de Barak Obama no fue de clara condena contra el genocidio; de hecho Hamas resiente la acusación del nuevo presidente estadounidense de que fueran ellos los que durante años hayan lanzado cohetes contra Israel y que les exija el cese a dicha práctica sin tomar una postura igual de recriminación y exigencia hacia el estado Israelí, culpable de una de las peores masacres de civiles en la historia moderna.

Sobre el plan económico para sacar de la crisis a Norteamérica consistente en inyectar muchos millones para evitar o paliar el desempleo pronosticado, se rescata el plan de austeridad que significa la congelación de sueldos a funcionarios de alto nivel, así como la transparencia del gobierno; además la aplicación de la ley no sólo en la letra sino en el espíritu.

En fin, como dijo Fernando Savater, el hecho mismo de que Barak Obama sea presidente de E.U. es ya un hecho histórico, dado el historial racista de esa nación. Representaba además la opción ante la podredumbre que significaría otra administración republicana y expresaba la necesidad y la voluntad por un cambio que se hizo corpóreo en el demócrata negro contrincante de Hillary. Frente a la amenaza –para la población no sólo norteamericana sino del mundo entero- de McCain, era claro que el voto debería irse hacia Obama. Hay quienes afirman –como nuestro sub, hablando de la realidad mexicana- que no hay que escoger al menos malo, sino que se trata de construir un mejor mundo. De acuerdo en lo segundo, pero (una verdad de perogrullo) si en una contienda no gana el menos malo, entonces ganará el peor, y eso serán los pueblos los que lo habrán de sufrir, como en nuestro caso; y no es justo.

Tenemos derecho a la esperanza, tratemos de ser moderados en el optimismo y sigamos trabajando desde abajo para lograr un mejor mundo para todos.






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