lunes, noviembre 06, 2006

Vacío de poder

Vacío de poderRosa Albina Garavito4 de noviembre de 2006
El Universal.


Quienes han clamado por la represión en Oaxaca para resolver el conflicto en la entidad se han topado con pared. La Policía Federal Preventiva recuperó el zócalo de esa ciudad, pero provocó el fortalecimiento de la insurrección popular, y que se generalizaran las muestras de apoyo al movimiento oaxaqueño en los ámbitos nacional e internacional. El costo político para el gobierno derivado de la permanencia del gobernador Ulises Ruiz crece cada día, y ese costo alcanza al presidente electo Felipe Calderón. Frente a la crisis política que Vicente Fox le hereda, Calderón estará añorando la crisis económica que Salinas endosó a Zedillo.
Entre las barricadas de la insurrección popular y el gobernador atrincherado en su puesto se encuentran los resultados de un diálogo simulado por parte del gobierno federal que no ha querido hacerse cargo de la demanda en la que se sintetizan todos los reclamos populares: la salida de Ulises Ruiz. Ciertamente en un sistema democrático no es el Ejecutivo federal quien tiene la facultad de quitar y poner gobernadores, pero tiene la obligación de garantizar la gobernabilidad y la paz social en el territorio nacional. Y para el cumplimiento de esas obligaciones debe recurrir a todos los instrumentos políticos.
Pero el gobierno federal se encuentra atado de manos. No puede cumplir con esa que es una de las tareas para las que fue electo, por los compromisos contraídos con el PRI para garantizar la legalidad con pies de barro de una elección presidencial que hoy se convierte en un bumerán contra Felipe Calderón. De ahí que el partido en el gobierno se haya negado a reconocer la desaparición de poderes en Oaxaca. Si frente a la segunda solicitud que se presentará la próxima semana en el Senado, el PAN reitera su respaldo al PRI, el fracaso del próximo gobierno será estrepitoso.
Del diálogo simulado, de la negativa a declarar la desaparición de poderes, de la entrada de la Policía Federal Preventiva; el resultado ha sido un gobernador y un PRI envalentonados, una insurrección popular que se profundiza, muertos, heridos, detenidos, y cateos ilegales. En suma, un Oaxaca en llamas. No es el caso, pero las imágenes nos recuerdan guerras de ocupación como en Irak o Bagdad.
Es evidente que las exclusiones sociales largamente cultivadas han traído como consecuencia una fractura en la legitimidad del poder establecido, no es casual que en Oaxaca la presencia de la PFP se viva como un ejército de ocupación, mientras que quienes clamaban por su presencia hoy se encuentran en una ciudad irrespirable.
Tampoco es la hora de la nostalgia por el presidencialismo autoritario que efectivamente quitaba y ponía gobernadores según la muy particular visión del mandatario en turno, con lo cual se lograba gobernabilidad pero al costo de agigantar el autoritarismo. Por el contrario, es tiempo de exigir visión de Estado en el ejercicio del poder público. ¿Pero a quién reclamar esa visión de Estado cuando de lo que se ha hecho gala desde el Ejecutivo, y desde el PRI y el PAN que hacen mayoría en el Congreso de la Unión, es la defensa de sus facciosos intereses particulares?
Esos intereses particulares se han puesto por delante mediante la complicidad y la impunidad que les ha otorgado su permanencia en el gobierno. En lugar de que el gran vacío de poder que ha dejado la obsolescencia del viejo presidencialismo se llenara con las reglas de un sistema democrático, lo que ha sucedido es el fortalecimiento de los cacicazgos regionales. Madrazo en Tabasco (1995) dio el banderazo de salida a esos poderes que se recrean en Puebla, Oaxaca y otros estados. A muy pocos años de conquistada, la democracia electoral ha dado ya muestras de su insuficiencia. Es necesario complementarla y fortalecerla. No es que los actores políticos del pasado desconozcan su existencia, se trata de que el acto legal y formal de la elección de los gobernantes no alcanza a cumplir con el objetivo de toda democracia que es la redistribución del poder hacia la sociedad. Y mientras somos capaces de concertar las nuevas reglas con las que ese poder debe ser ejercido, es necesario detener las falsas salidas a los retos del México del siglo XXI.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se está convocando a una manifestación en contra de Valle de Reyes el sábado 18 a las 4:00 p.m. en la explanada de los heroes.

Los esperamos