LA LIBERTAD SINDICAL, UN DERECHO INEXISTENTE EN MÉXICO, AFIRMA BERTHA LUJÁN URANGA
El modelo laboral impuesto y profundizado en México en estos últimos 26 años es consecuencia del sistema económico y político adoptado por los gobiernos neoliberales, tanto priistas como panistas, siguiendo los lineamientos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, manifestó la secretaria del Trabajo del gobierno legítimo, Bertha Elena Luján, al analizar la situación de los derechos laborales en México.
Durante este tiempo, expuso, la principal oferta de los regímenes mexicanos a los inversionistas extranjeros y nacionales ha estado basada en una mayor explotación de la mano de obra a través de la reducción gradual de los salarios y prestaciones sociales, el deterioro de la seguridad social, el incremento de cargas laborales y de la jornada de trabajo, y la precarización del trabajo a través de formas cada vez peores de contratación como el trabajo eventual, por honorarios, contratos a prueba, o la subcontratación, lo que ha llevado en los últimos lustros a una drástica caída de la calidad de vida de los trabajadores, que son casi la mitad de la población del país.
Hizo énfasis en que para mantener esta situación que atenta directamente contra la vida de los que viven de su trabajo, se ha mantenido y fortalecido el control de las organizaciones sindicales de los trabajadores, no sólo manteniendo el sistema corporativo y de charrismo sindical, como son los casos de los sindicatos nacionales de la educación, electricidad, petroleros, ferrocarrileros o del sector burocrático, entre otros, sino ampliando la posibilidad de los patrones para crear y controlar las organizaciones laborales y las direcciones de los trabajadores, a través del sindicalismo blanco o de protección.
Así, detalló, han proliferado en el país, sobre todo en los nuevos sectores económicos y empresas que se fortalecen a partir del TLCAN, el contratismo de protección que abarca a cerca de 90% de los centros de trabajo en el país.
Luján Uranga puso de ejemplo que las grandes trasnacionales como Wall-Mart, las maquiladoras en el norte y resto del país, todo el sector de la construcción, las nuevas líneas aéreas, el sector servicios (restaurantes, hoteles, tiendas de servicios) y las compañías de limpieza son cotos privados entregados a los empresarios, para que ellos determinen qué sindicato quieren, quiénes deben dirigirlo y qué contratos colectivos están dispuestos a firmar.
El actual sistema laboral obviamente está acompañado de una política de Estado que han mantenido los gobiernos priistas y panistas, a través de la Secretaría del Trabajo, que ha contado con oscuros y rapaces titulares como Farell Cubillas, Abascal Carranza, Salazar Saénz y hoy Lozano Alarcón, agregó.
Afirmó que de manera sistemática los mencionados cabecillas han instrumentado las políticas de caída salarial y de apoyo irrestricto a las demandas patronales, atropellando a su paso los más elementales derechos laborales, entre ellos, el de libertad sindical y contratación colectiva.
Ejemplos claros los tenemos en la actualidad —prosiguió— en los casos del Sindicato Nacional Minero, la Vidriera Potosí en San Luís Potosí, CONALEP en Puebla, Proquina en Veracruz, los técnicos y profesionistas de Pemex, trabajadores al servicio de estados y municipios en Chihuahua y Querétaro y los maestros de Oaxaca, Michoacán y Distrito Federal, entre otros muchos.
Afirmó que resulta incongruente que el gobierno, sea priista o panista, que durante décadas viene violentado el derecho de libertad sindical, hoy encabece en la OIT precisamente la Comisión de Libertad Sindical.
Este 9 de julio se conmemoran 60 años de vida del Convenio 87 sobre Libertad Sindical. Es un motivo no sólo para denunciar la situación que viven los trabajadores en México, y la negativa del gobierno a ratificar el Convenio 98 sobre la Contratación Colectiva, sino para demandar enérgicamente cambios profundos en la política laboral, que amplíen y fortalezcan los derechos que gozan millones de trabajadores en el mundo, y que son ley en nuestro país, consideró.
A nombre de millones de trabajadores, la titular de la Secretaría del Trabajo del gobierno legítimo de México exigió respeto al derecho a elegir la organización sindical que los trabajadores quieran, respeto a la contratación colectiva auténtica, respeto a una justicia laboral con instituciones autónomas, expedita y eficaz, respeto al voto secreto en los recuentos y elecciones sindicales y sí al Registro Público de contratos colectivos y sindicatos y sí a la recuperación del salario y la mejora continua de las condiciones laborales.
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