martes, febrero 17, 2009

No se ha agotado


Rosaura Barahona
17 Feb. 09


Una película americana, cuyo nombre no recuerdo, cuenta la historia de un padre solo que debe hacerse cargo de sus hijos y de su casa. Tampoco recuerdo si la mujer se murió o se fue, pero en este caso lo importante es el nuevo papel del protagonista frente a los demás y a él mismo.

Como en "Kramer vs. Kramer", el papá casi enloquece al principio cuando enfrenta las rutinas domésticas y familiares ineludibles y agotadoras. Las amigas de la esposa le enseñan a cocinar, a poner la lavadora, a doblar sábanas lisas o de cajón, a llevar el control del mantenimiento de la casa y de las vacunas, dentista y juntas escolares de los hijos.

El papá se vuelve famoso en el barrio y su fama llega a los medios. Le hacen un reportaje tras otro. Un diario le asigna a una reportera y a un camarógrafo para documentar su rutina de mamá-papá. Un día lo están grabando mientras recoge a sus hijos en el colegio; llega una de sus vecinas y le dice: "Maldición, Ben, nosotras hemos hecho esto toda la vida y jamás nos han tomado ni una instantánea. Tú tienes dos semanas haciéndolo y ya eres noticia nacional".

El sábado, EL NORTE y muchos otros medios mundiales reprodujeron una noticia que asombró, asustó y alarmó al mundo: en Inglaterra, un niño de 13 años acaba de tener una bebita con su novia de 15. Ambos se comprometen a ser buenos padres.

Ese mismo día, también en EL NORTE, leímos otra noticia insólita. Cualquier estudiante mujer que desee preinscribirse en la Universidad de Zacatecas (UAZ) debe llenar un cuestionario sobre su vida sexual. Nótese: el cuestionario se aplica desde el año pasado sólo a las mujeres, nunca a los varones. (No entiendo cómo algunas lo contestaron. Deberían haber denunciado a la Universidad en el momento mismo de verlo).

El cuestionario se encuentra en el portal de la UAZ y es una supuesta historia clínica en donde se pide información sobre la vida sexual de las estudiantes. Les preguntan, entre otras cosas, cuándo se iniciaron sexualmente, cuántas parejas han tenido, si padecen alguna enfermedad venérea, si han tenido abortos, la fecha del último y si están embarazadas.

Ahora se ha puesto de moda negar dos cosas: el Holocausto y el feminismo. No son comparables porque la dimensión del Holocausto es única, pero ambos son importantes.

Los argumentos de quienes niegan el feminismo son: "El discurso feminista se agotó", "Las feministas son unas neuróticas insaciables" y "Los supuestos de los que parte el feminismo no son comprobables".

Los casos anteriores se dan porque la percepción que se tiene de las mujeres y el trato que la sociedad les da no son equitativos. Y ése es el objetivo del feminismo: lograr un trato equitativo para hombres y mujeres.

En internet bajo "embarazos de pre-adolescentes" ("pre-teen pregnancy") hay material preocupante. Viene un artículo "optimista" porque habla de cómo en Estados Unidos se ha logrado disminuir la tasa de nacimientos en niñas de ¡10 a 15 años!

En México, los embarazos en menores de 12 años no son raros, sobre todo en las zonas rurales. Sin embargo, ¿cuántos de los rostros de esas niñas-mamás de 10, 11, 12 ó 13 años han aparecido en los medios mundiales como algo excepcional?

¿Por qué el trato tan desigual? Porque hay una mentalidad que no ha cambiado. Los responsables de los medios siguen considerando a las mamás de 13 años "más normales" que los papás de 13 años. Es decir, una mujer de la misma edad del niño inglés (13 años) no sería noticia porque ¡son tantas! La pegunta es por qué son tantas y por qué ya no nos alarma saberlo.

Por otro lado, se le debe exigir a la UAZ una explicación sobre su atentado contra la vida íntima de sus estudiantes mujeres. ¿Si los chicos han tenido 15 parejas es porque son irresistibles, pero si ellas han tenido cinco es que son prostitutas? ¿Creerán las autoridades que los hombres, hombres son, y si la novia aborta es bronca de la novia, no de ellos?

Algunas mujeres hemos cambiado mucho, pero la mentalidad de numerosos medios que nos perciben y nos juzgan sigue siendo la de hace siglos. Por eso, no les crea si le dicen que el feminismo se agotó. Hay tanto por descubrir, señalar, analizar y denunciar que tenemos para rato.


rosaurabster@gmail.com

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