Defiende la IP el rescate de empresas a cargo de Nafin
Al deslindarse de cualquier responsabilidad sobre la actual situación económica de México, dirigentes del sector privado defendieron el rescate por 4 mil 770 millones de pesos que Nacional Financiera (Nafin) y el Banco Mexicano de Comercio Exterior (Bancomext) han hecho hasta el momento de ocho empresas que tienen problemas de insolvencia financiera, recursos provenientes de un fondo de 50 mil millones de pesos destinado a tal fin.
“Es una de las formas en que el gobierno debe apoyar (a las empresas) porque la culpa de la crisis no la tenemos nosotros, pero sí nos está afectando y es consecuencia de una crisis mundial”, dijo Valentín Diez Morodo, presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce).
Si hay empresas que requieren ese apoyo público se debe a que tomaron “decisiones que seguramente fueron involuntarias pero no afortunadas”, consideró Ricardo González Sada, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Mecanismo de expectativas
“La especulación no es otra cosa que un mecanismo de expectativas”, definió, pues dijo que las empresas toman decisiones inciertas sobre el comportamiento a futuro de los precios.
Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), consideró que las autoridades “no están regalando dinero a nadie, se les está prestando y lo tienen que pagar. Eso es positivo y lo vemos en todos los países para evitar que las empresas quiebren y se produzca un efecto dominó. Se les da financiamiento para que puedan patear la bola y deben pagarlo en dos años, no es un programa a fondo perdido, eso debe quedar muy claro”.
Los empresarios rechazaron que se trate de un “rescate” y que el hecho de que las empresas afectadas reciban financiamiento de las arcas públicas implique sociabilizar sus pérdidas.
El gobierno “no está dando nada gratis, simplemente es un puente para cubrir sus compromisos inmediatos y posteriormente lo tienen que cubrir individualmente y no es socializante; además de que cada compañía tiene que dar las garantías que se les exigen”, insistió Diez Morodo.
Los dirigentes empresariales mostraron divergencias sobre la aplicación de dichos apoyos, pues mientras para Diez Morodo “no se trata de hacer una receta de cocina generalizada y dependerá de la experiencia crediticia de cada compañía”, Paredes consideró que se debe apoyar a toda empresa que lo requiera.
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