Del Correo Ilustrado

La Jornada

AMLO debe desmarcarse del PRD

Ya se prepara la consiguiente negociación entre los chuchos y las otras corrientes perredistas. Se trata, en rigor, de una negociación, pues hay que salvar los respectivos negocios.

Todas se apresuran para no quedar fuera de la vendimia. Al mismo tiempo, observan taimadas las decisiones de López Obrador, pues tampoco piensan quedarse fuera de lo que el líder resuelva; hasta ahí llevarán sus tiendas para seguir usufructuando la provechosa presencia histórica del dirigente. Y éste, ¿qué hace? Muchos de nosotros, a ciencia cierta, lo ignoramos. Ojalá y se decida también a lo siguiente:

1. Desmarcarse ya del PRD.

2. Dar inicio al proceso de construcción de un partido político-electoral de nuevo tipo, que no se forme prioritariamente pensando en lo que permiten las leyes, sino en su edificación desde los actuales destacamentos de la resistencia popular y, sobre todo, desde el movimiento ciudadano lopezobradorista, teniendo una organización política fuerte por estar constituida con destacamentos de masas en resistencia. Lo de las candidaturas siempre podrá arreglarse con cualquier registro, como se hizo en 1988, pero desde abajo y con firmeza debe trabajarse el registro del nuevo partido para 2012, y en 2009 operar con el FAP sin PRD.

3. Dar comienzo al acercamiento con los destacamentos magisterial, electricista, campesino-indígena y otros, como el nuevo MLN.

4. Concordar un encuentro nacional (una especie de gran conversatorio nacional) en el que todas las fuerzas antineoliberales resuelvan sobre un plan de gobierno para enarbolarse en 2012, una propuesta incluyente de gabinete, un candidato único y la línea a seguir en el 2009.

5. Ah, y por favor, que en el nuevo partido no haya ni uno solo de los líderes de las tribus.

Armando Martínez Verdugo