Explosión en Pemex

TUXTLA GUTIERREZ, Chiapas, 17 de noviembre (LA JORNADA/UNIVERSAL).- La explosión de esta mañana en el complejo petroquímico de Cactus, ubicado en el municipio de Reforma, Chiapas, dejó al menos dos muertos y tres heridos, todos trabajadores de Petróleos Mexicanos (PEMEX).

Según las investigaciones iniciales, el estallido sobrevino cuando un grupo de trabajadores daba mantenimiento a las líneas de gas amargo, en lo que constituye el segundo accidente grave desde el 26 de julio de 1996, cuando hubo seis muertos y tras el cual -según la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA)- se detectaron 252 deficiencias y unas cien normas violadas.

Personal de la empresa dijo que cinco personas fueron alcanzadas por un “flamazo”, dos de las cuales murieron instantáneamente, y tres más resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado en más del 60 por ciento de sus cuerpos.

El gobierno estatal dijo que la emergencia se controló y el manejo de la situación quedó en manos de PEMEX, por lo que no se permitió auxilio externo; mientras el vocero de la paraestatal en la Entidad, Darwin Lara, expuso a una emisora radial que se ignoran las causas y confirmó que los muertos son el ingeniero Alfredo Martínez Palma y su ayudante Sergio Chaparro Martínez.

Por la noche, PEMEX indicó en comunicado que hacia las 17 horas tuvo lugar el incidente en el tanque de desfogue FA-1800 de la planta de líquidos número 1 que se hallaba fuera de operación, y no hubo incendio ni daños al medio ambiente, y tampoco se suspendieron las actividades en la instalación.

Cactus es uno de los complejos más grandes del país, donde se realizan gran parte del endulzamiento de gas amargo, su procesamiento y la recuperación de azufre, en condiciones que según pobladores de la zona, en particular del ejido Los Plátanos (dañado en la conflagración de 2006), tienen lugar sin la seguridad adecuada.

Así, dos trabajadores de PEMEX fallecieron y tres más resultaron lesionados como resultado de una explosión en el Complejo Procesado Gas Cactus de la paraestatal, en Chiapas.

Tras el estallido no hubo incendio ni afectaciones al medio ambiente, y tampoco se suspendieron las operaciones de esa unidad productiva, refirió la empresa.